Fecha de publicación: 11/01/2019
Fecha de entrada en albergue:
Fecha de adopción:
Nacido: 10/10/2018
Sexo: Hembra
Me llamo RICOLUCHA y me abandonaron en la calle en plenas navidades y con el frío que hacía. Me fui llorando de puerta en puerta para ver si alguien me acogía en su casa y me sacaba del frio de la calle. Tengo que admitir que tuve que llorar en muchas puertas hasta que alguien me dio cobijo en unas fechas tan señaladas. Bueno no me metieron en la casa pero si en el patio de su casa y me pusieron unas cajas de cartón a modo de cobijo. También avisaron a la policía y estos a su vez a los voluntarios de ALBA. Cuando la voluntaria de ALBA llegó a recogerme se llevó un disgusto porque la señora de la casa le dijo que lo sentía mucho pero me había escapado por los patios y ya no me veía. Pero la voluntaria no tiró la toalla y la pidió entrar en el patio para revisar con sus propios ojos. No había más que una mesa, unas cajas de cartón, una sombrilla y unas sillas plegadas. Enseguida la voluntaria, que ya piensa como los gatos, decidió que el mejor sitio para esconderse y no pasar tanto frío era entre el respaldo y asiento de las sillas plegadas por lo que se puso a abrir silla a silla hasta que . ta-chan .. allí estaba yo escondida, muerta de frío y asustada. Me metió dentro de su chaqueta para que recuperase la temperatura y me llevó al albergue. Desde entonces vivo allí y he demostrado ser muy sociable y cariñosa.
Ya está vacunada.
Test FELV-FIV negativo.
5-2-2019 Desde el primer momento que llegó a casa se ha mostrado cariñosa y perfectamente adaptada. Este fin de semana, la he dejado salir de la habitación y moverse por toda la casa. No he visto un animalito más feliz.
Corretea y juega con mis gatos mayores sin complejos y ellos, que al principio estaban reticentes, la han aceptado e incluso juegan con ella. Duerme pegadita a mí toda la noche y durante el día, cuando se cansa de corretear por la casa, se me sube en brazos y a dormir.
Ha aprendido a guardar las uñas y a mordisquear despacito. Es un animal maravilloso, encantador, amoroso, inteligente y muy curioso.
Come bien, usa su arena correctamente, bebe con frecuencia y no causa estragos en la casa (cables, cortinas, papeles...).
En resumen, la mascota perfecta.