Oporto Punto

28 enero 2025, Los voluntarios nos comentan sobre Oporto:

Oporto apareció abandonado en un punto limpio junto a sus hermanos, como si de objetos se tratase. 
Llegó con muchísimo miedo al ser humano, un poco a la defensiva intentando proteger a sus hermanos. Después de mucho tiempo, paciencia y chuches, empezó poco a poco a acercarse a nosotros, pedir caricias y dejarse manipular. 
Habiendo ganado su confianza y sabiendo que no teníamos ninguna intención de hacerle daño, Oporto está cómodo con el arnés y la correa y pasea como un perrito más cuando el albergue ya está más tranquilo y vacío. 
Ahora que ya está más confiado estamos pudiendo conocer su verdadera personalidad, y es un encanto. Tiene 3 añitos y medio pero es como un cachorrón grande, pícaro y curioso. Con otros perros se lleva muy bien, ahora convive con una perrita mucho más confiada, lo que le ha ayudado a reforzar su propia confianza en sí mismo y en las personas. 
Estamos contentísimas con los hiperavances de Oporto y eso que está en un chenil y el tiempo que podemos dedicarle es limitado, imaginad lo rápido que seguiría progresando en una casa. 
Sí consideramos muy, muy importante que Oporto sea adoptado en un hogar en el que ya haya otro perro para que él pueda usarle de referencia y esté mucho más cómodo.
Si quieres ayudar a Oporto a recuperar la fe en el ser humano y darle mucho cariño para siempre, escríbenos!

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A estos cuatro perros de apellido Punto, se llaman así porque precisamente en un “punto limpio” los abandonaron, como basura o trastos viejos. Abrieron un agujero en la malla del recinto, metieron a los cuatro y cerraron con una chapa para que no pudieran salir.

No sabemos de dónde vinieron, ni en qué condiciones han vivido. Están sanos y bien alimentados, no tienen signos de maltrato físico, pero les falta socializar.

Como fue en un municipio que tiene contratado con nosotros en servicio de recogida, los hemos acogido en nuestro albergue.

Están bastante asustados, pero en los pocos días que llevan con nosotros, ya se acercan a pedir caricias.

El único más miedoso es Aveiro que se esconde en su dormitorio.

Están vacunados, castrados y su analítica de leishmania es negativa, según analíticas generales, no hay sospecha de ehrlichia.