Copito Franco

Está acogido en casa de Susana.

 Copito es muy bueno con personas, con otros perros y con gatos no ha convivido pero no le he visto perseguirlos. Ha estado siempre cerca de otros perros. Es muy dócil, bueno y obediente, tranquilo pero activo para la edad que tiene, tiene mucha energía, anda bien con la correa y viaja bien en el coche En verano y en períodos cortos han estado con niños, los nietos del señor. No ha convivido con gatos pero no los persigue.

El dueño lo tenía junto con otro perro (Happy) en el mismo chenil y un perra al lado de ellos en otro chenil. Los tenía para buscar trufas. Salían poco con la excusa de que podían perder el olfato. Las trufas no se dieron bien, el señor se hizo mayor y los perros cada vez salían menos. Este señor tiene mal las piernas, no puede andar mucho y su mujer enfermó de alzheimer así que no podía hacerse cargo de ellos. Con lo cual no salían nunca. Decía que los tenía ahí porque le daba pena matarlos. Y no los soltaba por si mordían a alguien.

Los cheniles eran muy pequeños, con somieres de colchones como vallas, tapados con plásticos, alambrada arriba para que no se escaparan, ladrillos de cemento en la puerta, una caseta diminuta, y cuando llovía, embarrado y lleno de pises y cacas, eso sí, una chaparra que les daba sombra. No veían a la gente pasar, sólo a su familia.

Después de 2 años conseguí, con ayuda del cuñado, que me los cediera por fin me los cedió después de mucho insistir, a condición de poner el chip a mi nombre.

Ahora están los 3 juntos, Copito, Happy y Lola, y se llevan muy bien, viven en una parcela con césped y una caseta de obra, todos los días en que no trabajo voy a verlos y los saco al campo a correr.

Está castrado, analítica de leishmania negativa, según analíticas generales no hay sospecha de ehrlichia.