Rastafari

Está en casa de acogida.

Me llamo RASTAFARI y vivía en un patio encerrado pero sin ningún cobijo. El patio parecía un vertedero y mi aspecto dejaba mucho que desear. Mis greñas largas y enredadas impedían que mi piel pudiese respirar y hasta me costaba hacer mis necesidades porque todo se me iba quedando pegado al cuerpo, mi olor era muy desagradable.... menos mal que la policía vino y al ver mi estado y donde vivía decidieron incautarme y avisaron a los voluntarios de ALBA para que viniesen a por mi. Y lo peor de todo no era mi aspecto ni suciedad sino el miedo que tenía. Los voluntarios de ALBA me están enseñando que no todo el mundo es malo y cada vez tiemblo menos cuando la gente se para a mirarme. Lo primero que hicieron en ALBA al verme fue hacerme un corte de pelo y pegarme un buen baño y parezco un perro nuevo. Te vienes a conocerme?

Ya está castrado.