Bolera

Bolera andaba por el arcén de una carretera cercana al albergue, un señor la recogió y la llevó a la comisaría, ellos nos avisaron, ya que tenemos contrato de recogida con ese municipio. No tiene chip.

Está bien cuidada, muy gordita, suele ser por haber comido mucho pan, pero no lo sabemos... Como casi siempre poco sabemos de su vida anterior, solamente nos preocupamos de curarles las heridas, posibles enfermedades y darles mucho cariño.

Está muy asustada y se esconde, pero ni gruñe ni echa los dientes, así que en pocos días de buenos cuidados volverá a confiar en el ser humano.

Analítica de leishmania negativa.

Pendiente castración.