Zidra *A

Fecha de publicación: 03/10/2018

Fecha de entrada en albergue:

Fecha de adopción:

Nacido: 02/05/2018

Sexo: Hembra

Su historia

Somos ZIDRA y GAPA y hemos nacido en la calle, hijas de una gata callejera. Un día aparecieron por ahí unos voluntarios de ALBA y nos capturaron para castrarnos. Éramos ya demasiados gatos por la zona y los vecinos ya empezaban a quejarse. Nosotras dos éramos de las más pequeñas y aunque nos castraron, les dio pena volver a soltarnos a la calle y por eso nos han dado la oportunidad de hacernos sociables y encontrarnos una casa. Te vienes a ayudarnos?

ZIDRA: Yo soy la más tímida y la que necesita un poco más de paciencia.

GAPA: Yo soy sociable y me dejo manejar sin problemas.

Ya están castradas y vacunadas.

3.12.2018 Ahora estamos en una casa de acogida y nos gusta mucho que Antoinette juegue con nosotras y nos mime. Cada día tenemos menos miedo y pronto seremos unas gatas muy sociables.

26-12-2018

Gapa y Zidra llevan ya tres semanas acogidas en nuestra casa. Son hermanas y son muy unidas. Al principio, estando acostumbradas a estar en jaula, las dejé solamente en un cuarto pequeño, ampliando su territorio poco a poco para que no se escondiesen debajo de una cama o detrás de un mueble.

Gapa siempre ha sido la más segura y aventurera, con lo cual no tuve problemas para acercarme a ella y acariciarla. Zidra, en cambio, es mucho más tímida y como al principio no me dejaba acercarme a ella, las daba de comer sentada en el suelo para no espantarla. En cada comida acercaba el comedero un poquito más cerca de mí. Luego empecé a tocarla mientras comía. Al principio salía asustada, pero a fuerza de repetirlo se fue acostumbrando a mis acaricias, hasta el momento en que la puedo tocar todo el tiempo sin que huya.

Al principio no sabían jugar y las tuve que enseñar a jugar con una cuerda, un ratoncito o una pelotita. Ahora se pasan las horas jugando.

Gapa, siempre que me ve sentada, viene a sentarse encima de mí, mientras que Zidra se quedaba alejada, pero cada vez más tranquila en nuestra presencia. Al cabo de un tiempo, Zidra, que copia tímidamente a su hermana, se viene a sentar al lado nuestro, cada vez un poco más cerca hasta que un día se sentó encima de mí, junto con su hermana. Ahora lo hace a menudo.

Zidra tiene un ronroneo muy fuerte y ahora disfruta de las acaricias, arquea la espalda, levanta el rabo y pide que la toque, incluso a veces se tumba panza arriba para que la acaricie la tripa. Sigue siendo asustadiza y sale corriendo cuando ocurre algo inesperado; pero ahora vuelve cuando se da cuenta de que no hay peligro. Todavía no la puedo coger en brazos.

A Gapa la encanta que la toquen la tripa y se tumba en el suelo rápidamente para que se la toques. Tiene un ronroneo más flojo. Tiene un carácter muy dulce. Le encanta estar en brazos.

Ninguna de las dos destroza muebles, ni rompe las cosas. No son nada agresivas.

Por la noche las dejo en su habitación.

Por su bienestar sería mejor que se adoptasen juntas ya que se quieren mucho y la valiente Gapa le da valor y confianza a su hermana Zidra.