Me llamo TRILLA y aparecí un día dentro de una caja de mercancía de una tienda en un centro comercial llamado Parque Corredor. Menos mal que la gente de allí es amante de los animales porque me cuidaban tanto las personas de limpieza, como los vigilantes de seguridad, como los responsables del centro. Incluso muchas veces me colaba al descansillo de las oficinas. Lo malo es que ya tuve una camada de gatitos, que desaparecieron a los pocos días, y me iba a quedar otra vez preñada. Los responsables del centro pidieron ayuda a la Asociación ALBA que vinieron a capturarme y al hacerme analíticas descubrieron que había dado positiva de inmunodeficiencia. La gente del Parque Corredor hasta pensó en adaptarme un almacén para que yo viviese pero claro, tampoco era vida y tenían que tenerme muy vigilada sanitariamente y no era bueno que corriese tanto riesgo paseándome por el parking de ese centro comercial. Así que la voluntaria Maribel me abrió las puertas de su casa y desde entonces vivo con ella, sus hijas, otros 3 gatos y un perro. Vamos, que ya somos familia numerosa.
Ya está castrada y vacunada.
Trilla, ha dado positivo en las pruebas de inmunodeficiencia.