Piruleta Ortiz

Está acogida en casa de Mónica

Piruleta es diferente, es especial. Se la encontraron tirada con una semana de vida en una colonia controlada; no parecía el bebé de ninguna de las gatas de allí. Fue criada a biberón, pero cuando empezó a andar nos dimos cuenta de que había algo raro....no era como otros cachorros: perdía el equilibrio al dar su primeros pasos, sus patitas traseras giraban de un lado para el otro como si fuera una piruleta. Al principio pensaron que era normal por ser una gatita débil, criada sin los beneficios de la leche materna de su madre, pero cuando la vieron los veterinarios de ALBA, lo tuvieron muy claro: tenía un síndrome cerebeloso.

A pesar de su movimiento descoordinado, la pequeña hace vida normal: utiliza el arenero sin dificultad y corre y juega con sus compañeros gatunos.

Pero Piruleta no es especial sólo por su discapacidad sino por la forma en que la afronta, su capacidad de superación (ella siempre tenía el arenero más alto al que trepar...) y en cómo se relaciona con gatos y con personas. No tiene miedo a correr con sus otros compañeros de juego, (aunque sabe que siempre llegará la última, volcando tres o cuatro veces por el camino). Recibe a todos los gatos y las personas con alegría y con cariño sin extrañar a nadie (a pesar de la hilaridad que despierta ver su aspecto desgarbado). Es una gatita feliz que hace feliz a todos los seres que la rodean. Un ejemplo más de los animales a las personas.

Ya tiene puesta la 1ª vacuna (27/08/2016).

Test FELV-FIV negativo.