Miguerra * A

Me llamo MIGUERRA y me abandonaron en la calle. Me había criado en una casa y de la noche a la mañana me encontré sola y asustada en la calle. Durante mucho tiempo estuve odiando a las personas porque no me podía creer que me hubiesen podido hacer eso. Poco a poco fui cogiendo confianza con una chica que me venía a dar de comer. Los demás gatos de la colonia no me aceptaban porque sabían que yo no había nacido ni me había criado allí como ellos. Me sentía tan mal que me dejé de asear y mi aspecto cada día era peor. La chica que me daba de comer me capturó y me llevó a la Asociación ALBA. Yo estaba muy enfadada con todos y les quería pegar y me enfadaba cuando alguien quería ser amable conmigo. Pero en ALBA son insistentes y cabezones y poco a poco consiguieron que fuese cediendo. Ahora ya vivo en su gatera y me dejo acariciar. He ido aprendiendo que todavía queda gente buena en el mundo. Te gustaría conocerme?

 Es una gata muy tranquila y muy cariñosa. Ronronea nada más tocarla y se vuelve loca con las caricias.

Ya está castrada y vacunada.

31-10-2017 Se le ha tenido que amputar el rabo porque se lo había herido.