Mia y Lulú, junto a otros tres gatitos, provienen de la parcela de un chalet. Al ser bebés, se han quedado en el albergue para buscarles una familia y darles una vida lejos de la calle.
Los cinco llegaron con bastante miedo por no haber tenido casi contacto los humanos.
Ahora tienen 3 meses, así que su carácter es muy similar al de cualquier bebé de gato: curiosas y juguetonas.
Mia (atigrada) es un poquito más atrevida y extrovertida, se anima rápido y es muy fácil convencerla con cualquier juguete. Lulu (negra) es un poquito más tímida, pero con tacto y cariño se deja acariciar. Las dos son muy ricas y se están acostumbrando al ser humano, están progresando un montón y van cogiendo confianza.
Cuando llegaron al albergue dieron dudoso en el test de leucemia, les repetiremos la prueba en un tiempo, pero están perfectamente y hacen vida normal.
Como siempre os comentamos, los gatitos tan jóvenes tendrían que ser adoptados en parejas o vivir en una casita en la que ya haya otro gato para que aprendan así a socializar correctamente.
Los cachorros de gato deben vivir en parejas para su mejor socialización.