Su historia

La pequeña Hontoba ha salvado su patita después de dos cirugías. No ha sido fácil, pero nuestra apuesta era no amputar.... Hontoba tenía demasiada vida por delante.

Me llamo HONTOBA y en mi corta vida me ha tocado sufrir mucho. Nací en un pueblo de Guadalajara llamado Hontoba y nunca tuve a nadie que realmente cuidase de mi y me protegiese. Acabé vagando por las carreteras y recibí un golpe de un coche que me dejó días tirada en una cuneta sufriendo unos dolores horribles. Menos mal que una señora se paró, me recogió y pidió ayuda a la Asociación ALBA. Desde entonces vivo allí y ya me han operado dos veces intentando salvarme la patita que todo el mundo decía que había que amputar. Han conseguido que no hiciese falta amputar aunque me haya quedado una pequeña cojera pero ahora soy feliz y me encanta jugar y correr. Me encanta la gente y que me hagan mimos y me encanta pasear y salir al patio. He pasado muchos meses aislada sin poderme mover para que mi pata se arreglase y para una cachorra como yo ha sido un sacrificio muy grande. Ahora necesito disfrutar y ser feliz. Me ayudas?

Ya está castrada. Negativa de leishmania, según analíticas generales no hay sospecha de ehrlichia.