Su historia

Me llamo Cayetana y mi vida ha sido un horror, como les pasa a todos los de mi raza. Nos utilizan para cazar, nos tienen en establos, chamizos o cualquier zulo de mierda..apenas comemos algo de pan y nos someten a entrenamiento atados a coches, para que corramos tras los conejos, (por cierto que ese tipo de caza está prohibido). Y tras servirles con empeño, se olvidan de nosotros. Si nos perdemos en el campo, no nos buscan, casi nunca tenemos chip obligatorio. En fin esta es la realidad de los galgos en España. Nuestras madres tienen camadas de 8 o 10 en cada parto y somos sustituidos rápidamente.

Me encontró la policía de madrugada, por las calles de un pueblo cercano al albergue, aterrada, aterida de frío, hambrienta y con algunas heridas por todo el cuerpo. Me llevaron a casa de una voluntaria que al día siguiente me llevó al albergue.

Ha pasado un tiempo y gracias a comer a diario y sobre todo al cariño de mi madrina y futura adoptante he perdido bastante el miedo que traía. Ya paseo tranquila con correa aunque siempre tengo un puntito de recelo si se acerca alguien deprisa, me han debido pegar bastante.

Está castrada y es negativa de leishmania, ehrliquia y filaria.