Residente*

Su historia

Residente estaba en una colonia de un pueblo donde nos pidieron ayuda para hacer CES. Una tarde de capturas apareció a última hora, cuando estábamos a punto de recoger. Cuando le vimos nos dimos cuenta de que no nos podíamos ir de allí sin él, tenía el cuello y la cara como quemados, parecían estar en carne viva. Por suerte con paciencia entró en la jaula, y una vez en el albergue los veterinarios valoraron la gravedad de sus heridas. Durante todo el proceso de curación se ha dejado manipular muy bien, y eso que las heridas que traía y la operación a la que se la ha sometido, conllevaban muchas curas.
Se ha portado muy bien. Es bueno, le gusta que le des cariños, ha resultado ser sociable después de todo.
Se merece un hogar tranquilo, no puede volver a la calle.

Ya está castrado.

Test FELV-FIV negativo.