Quirino*

Su historia

Quirino llegó con menos de dos meses tras ser encontrado en un colegio de Paracuellos. Fue rescatado junto a su mamá y su hermanita, pero es el único que sigue en el albergue.
Desde que llegó, y siendo muy pequeño, le costó la interacción con el ser humano, que le resultaba ajeno y algo aterrador. Tan chiquitín, no tuvo la suerte de ser acogido, por lo que el contacto con las personas es algo que hemos tenido que trabajar en el albergue, donde todo va más lentamente.
Es un gatito un poco tímido pero muy bueno, ha progresado mucho y se deja manipular: a veces disfruta de las caricias, otras simplemente se aguanta y se hace pequeño.
Es la pena de aquellos que llegan de bebés y se vuelven invisibles.
En un albergue y con tantos animales, socializarlos a todos es complejo y algunos requieren más tiempo y constancia del que tenemos.
Por ello sabemos que siendo todavía un gatito joven, que acaba de cumplir el año, evolucionará mucho más con una familia que pueda dedicarle tiempo y seguridad todos los días de su vida. Él pone todo de su parte para recibir mimos.

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Esta parejita de hermanos (Quirino y Quirina) apareció en el terreno de una escuela en Paracuellos, los niños dieron el aviso y fuimos a recogerlos, porque este es uno de los pueblos que tiene contratada con nosotros la recogida.

Siempre duermen abrazados, son tan chiquitines….Ella es muy dulce, él tiene más carácter, le gusta poner cara de malote....

Ya está vacunado y castrado. Test FELV-FIV negativo.

Los cachorros de gato deben vivir en parejas para su mejor sociabilización.