Indignada por la situación que sufren los perros de caza y ante la llegada del final de la época de caza , nuestra presidenta Carolina Corral no ha podido evitar escribir un texto sobre este asunto.
CARTA DE UN PERRO DE CAZA
MI MÁS SINCERO PÉSAME
“A partir de hoy, domingo 21 de febrero, las listas del paro van a aumentar de una manera desorbitada entre la plantilla de los perros de caza. Y esto, ¿ a qué se debe? Pues básicamente a que hoy finaliza la TEMPORADA DE CAZA. Ya no importa lo bueno que uno haya sido cazando, lo rápido y obediente que haya sido, lo fiel y cariñoso, todo eso ya no importa… Ha acabado la época de caza y ahora nos convertimos en un verdadero estorbo y en un gasto innecesario. Ya no cuenta el espíritu de sacrificio que hayas tenido cuando sólo nos habían alimentado con mendrugos de pan duro o sobras en mal estado, ya no cuenta que hayas sido sumiso cuando sólo te han tratado a patadas y con malos modos, ya no cuenta que uno haya salido a cazar cuando estaba enfermo y le fallaban las fuerzas ya que nunca nos llevaban al veterinario porque esto suponía mucho gasto… todo eso ya no cuenta. Alguno de nosotros, afortunados o desafortunados ( según cómo se mire), seguiremos estando en plantilla pero sólo por el mero hecho de que nos necesitan como sementales para criar más desgraciados como nosotros para la próxima época de caza. “
Y para las protectoras y amantes de los animales ahora empieza temporada alta. Temporada alta en la que tenemos que aumentar la plantilla de voluntarios que además hagan horas extras sin prácticamente tiempo para descansar y lógicamente sin ninguna remuneración económica. El teléfono empezará a sonar con cientos de casos de animales de caza atropellados, heridos, desnutridos, deshidratados y siempre muy asustados y desconfiados. Y en un 90% de los casos sin chip y eso que hace exactamente 20 años que es obligatoria la identificación de nuestros perros y gatos con chip.
Y luego nos piden respeto hacia los cazadores y hacia el deporte de la caza pero lo miremos por dónde lo miremos no podemos engañarnos a nosotros mismos. El llamado “Deporte de la Caza” significa en un 80% de los casos, hacinamiento, sufrimiento, dolor, vejaciones, crueldad y exterminio, en unas ocasiones de manera directa y en otras de manera indirecta, de los que se supone que tienen que ser, o que son, nuestros compañeros de trabajo. Con amigos como éstos, para qué queremos enemigos?
Y si no se creen lo que les cuento, juzguen con sus propios ojos. Echen un vistazo a las cunetas de las carreteras por donde circulan, a los campos de alrededor de su lugar de residencia, visiten alguna perrera o protectora de animales, etc. Deseo de corazón que ninguno de ustedes pierda la vida en un accidente de tráfico después de atropellar a un pobre galgo asustado que lleva semanas vagando por las carreteras al haber sido abandonado por su dueño que, felizmente charla en el bar de su pueblo con sus amigos, sin ningún tipo de remordimiento, a la vez que comentan las piezas que han capturado y lo emocionante que va a ser la próxima época de caza.
Carolina Corral (Presidenta de ALBA)