Son las 10:45 de la mañana. Los voluntarios esperan a que el personal que trabaja en ALBA abra las puertas. Entre todos conseguimos sacar diez minutos más haciéndoles dejar lo que están haciendo y sobre las 10:50 nos abren recibiéndonos encantados (a pesar de la guerra que les damos) y cada uno sabe dónde ir. … Continuar leyendo «Un sábado cualquiera en ALBA»