LA FEDERACION DE ASOCIACIONES PROTECTORAS Y DE DEFENSA ANIMAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID rescató el domingo día 10 de abril en una finca de Fuente el Saz a diez perros, propiedad de un señor con claras evidencias de padecer el síndrome de Diógenes y que había fallecido unos días antes. Los animales vivían en condiciones pésimas, entre basura y chatarra. Además de los perros, este señor tenía ovejas, una vaca y cerdos que vivían en las mismas condiciones. Su hijo sólo se hizo cargo de los animales que ha podido vender y sacar provecho económico, diciendo que no quería saber nada de los perros. Los animales salían de la finca para buscar comida, llegando incluso a la carretera, poniendo en peligro la circulación.
Los animales llevaban varios meses viviendo en esas condiciones de abandono absoluto y falta de alimento. Esta situación llevó a unos vecinos a poner una denuncia en el ayuntamiento en el mes de enero, sin que el consistorio tomara las medidas necesarias para acabar con el calvario de estos animales. Por ello, Amnistía Animal Comunidad de Madrid denunció esta situación ante el SEPRONA y la Dirección General de Agricultura por vulneración de la Ley 1/90 de Protección Animal de la Comunidad de Madrid. También presentó denuncia ante la Guardia Civil de Valdetorres del Jarama contra el Ayuntamiento de Fuente el Saz por dejación de funciones, dando traslado de esta denuncia a los Juzgados de Torrejón de Ardoz. Los animales apenas habían tenido contacto con las personas, por lo que su desconfianza hizo muy complicado el rescate. La mayoría tuvo que ser capturada con lazo ya que su miedo les hacia morder a quien se acercaba a ellos. El rescate de alguno de ellos fue especialmente difícil ya que la finca estaba llena de chatarra y maderas donde los animales se escondían.
La mayoría de las hembras estaban preñadas, algunos de los animales tenían sarna, y todos estaban llenos de garrapatas y pulgas. Los animales fueron trasladados a los albergues de ANAA, ALBA, SPAP MADRID y PROA donde serán sometidos a un exhaustivo control veterinario y a una terapia de sociabilización. Sólo cuando estén totalmente recuperados, podrán ser dados en adopción.