JAMAICA CECE llegó a ALBA desde uno de los albergues a los que ayudamos en Cáceres. Estaba en los huesos pero con cariño se recuperó y hoy es feliz junto a su familia. Esta es su historia.
Cuando a la gente le hablan de Jamaica lo más normal es que piensen en playas paradisiacas, el reggae y un montón de cosas más. Pero para la gente de ALBA, cuando nos hablan de JAMAICA nos acordamos de una perrita maravillosa que estuvo en nuestro albergue y a la que todos echamos de menos. Este precioso ángel vivía en uno de los refugios a los que ALBA ayuda buscando adopción para sus animales, en concreto en el de Cáceres. Los peludos que vienen de allí tienen el sobrenombre de CECE y por eso nuestra protagonista se llama JAMAICA CECE.
Cada vez que tenemos sitio, estos albergues nos mandan perros para que podamos buscarles un hogar. Ellos tienen menos recursos y por tanto, les es más complicado encontrar adoptantes. Cuando llegan es como una fiesta porque vienen un montón de ellos hartos del viaje y deseando salir a trastear. Eso es lo que pasó con JAMAICA. Llegó junto a un montón de perros deseando ser querida. Lo primero fue entrar en cuarentena, como todos los animales que llegan a ALBA. Es una medida de seguridad, se trata de las mismas instalaciones pero separadas del resto hasta analizar que no tienen parásitos o cosas que puedan contagiar al resto. En uno de los cheniles estaba JAMAICA, con esa cara tan simpática junto a sus compis de viaje. La veías desde fuera y la llamabas y se ponía como loca en la puerta. Tan pequeña, movía el rabo a toda velocidad preguntándose porque no entrabas a jugar con ella.
Cuando llegan animales a ALBA, las personas que realizamos adopciones nos interesamos por su origen para poder contárselo a las personas que vienen a adoptar. JAMAICA llegó al refugio de Cáceres en los huesos y en unas condiciones muy malas. Estaba tan delgada y tenía una mirada que te inspiraba ternura al instante. Poco se sabía de su pasado, sólo que había vagado abandonada buscándose la vida y que lo había pasado realmente mal en vistas de su estado.
Por fin llegó el día en que los pequeños salieron de cuarentena y tocó el baño. Es un momento divertido pero estresante porque llevan varios días sin poder salir al patio y están como locos por jugar. Cogimos a JAMAICA y la metimos en la ducha. Estaba alucinando con el agua. Es normal ya que muchos animales igual no han sido bañados nunca o casi nunca cuando llegan a nuestra peluquería. Pero bastaron caricias y buenas palabras para que se tranquilizara y empezara a disfrutar del momento. Ahora sí, el momento del secador fue ya otra cosa. Menudo miedo que le daba, y eso que se lo pusimos flojito y tratamos de aliviar su tensión. Pero es normal, no han visto un secador en su vida y todo es nuevo ese día, son muchas emociones. JAMAICA tenía miedo pero se portó muy bien. A partir de aquí ya pudimos disfrutar de ella y jugar. Te acercabas a su chenil y se ponía como loca a mover el rabo para ver si le tocaba a ella. Entrabas y era un caos porque vivían varios perritos pequeños juntos. Para ponerles el arnés tela marinera, se lo estabas poniendo a JAMAICA y otro se te subía por la espalda. Te ponías con otro y JAMAICA allí contigo.
Era una perra muy alegre y cariñosa a la que le encantaba jugar con sus compañeros de chenil y también con los voluntarios. Salía tan contenta al patio y a pasear con el resto. Siempre con su rabito al viento y esas barbitas tan graciosas. De verdad que era para comérsela. Y digo era no porque ya no esté con nosotros sino porque ya no está en ALBA. JAMAICA CECE tuvo la gran suerte de ser adoptada por una familia estupenda. Cuando llegó a su nuevo hogar tardó un poco en adaptarse, sobre todo porque tenía miedo. Es algo totalmente normal ya que el cambio a veces asusta a los perros un poco inseguros. Su mamá nos contaba “Comentarte que desde el martes pasado por la tarde que me la acercasteis a casa ha cambiado a mejor. La pobre tenía mucho miedo y apenas se movía de su cama, entiendo que por lo que ha pasado y porque apenas nos conocía, pero en éstos días el cambio ha sido de 360º. Es una perra buenísima, es muy mimosa y obedece en lo que le dices, bueno, casi todo, con el gato se lleva bastante bien, y la gusta mucho pasear, cada vez que nos ve con el arnés en la mano se pone muy contenta porque sabe que va a salir a la calle. Es un amor de perrita”.
Cuando la gente viene a adoptar se lo decimos, los perros necesitan un tiempo para adaptarse pero con paciencia y buena letra va todo rodado casi siempre. Hace unos meses la familia de JAMAICA CECE y la propia JAMAICA vinieron a vernos a la feria de la adopción de Pinto. Estaba preciosa y se la veía muy feliz. Es en estos momentos cuando te das cuenta de que todo el esfuerzo merece la pena. A su familia le tenemos que agradecer que nos la hayan traído para poder darle un buen achuchón pero también el que colaboren con nosotros cuando pueden. Hace unos días pedíamos ayuda para la rehabilitación de LISBETH CECE, curiosamente otra perra que viene del mismo albergue que JAMAICA. Pues esta familia ha hecho un generoso donativo para ayudarla así que desde ALBA sólo podemos daros las gracias de corazón. Y daros una buena noticia, una familia se ha interesado por LISBETH y quiere ocuparse de ella y de sus gastos, una noticia maravillosa, tanto como la de que JAMAICA encontrara su lugar en el mundo.
Si quieres leer más historias como la de JAMAICA colabora en que sea posible. Adopta, apadrina, sé voluntario, colabora, difunde y siempre siempre tenlos en tu corazón. Gracias.
Patricia Vadillo.
Como tú dices, Patricia, merece la pena por un solo perrito que llegue a buen fin todo el esfuerzo que hacéis. Por una sola de estas historias que podéis contar.
Que por cierto, sugerencia, bien podíais escribir un libro recopilando todas las historias. Las buenas y las malas, para que se difunda vuestra labor. Yo creo que tendría mucha acogida.
Un beso grande, Eva.
Gracias Eva.
Efectivamente merece la pena y con estas historias tratamos de animar a la gente a vivir una experiencia tan bonita.
Lo del libro….madre mía, ¡no damos abasto! Pero me guardo la idea para un futuro.
Gracias por todo. Un abrazo.
Suscribo plenamente lo que dice Fiametta y me ofrezco a trabajar todo lo que pueda en ese libro, que seguro sería un éxito. No se me da mal la redacción y manejo bastante bien la enmaquetación de textos y fotografías. ¡VAMOS A POR ÉL!
Lo tendré en cuenta si un día nos animamos, de momento creo que va a tener que esperar, al menos mientras el día sólo tenga 24 horas 🙂
Gracias a los dos. Un besazo!