Haz ruido antes de arrancar

Cuando hace frío los gatos callejeros buscan un lugar caliente donde pasar la noche. El motor de un coche es una tentación demasiado fuerte y muchos acuden allí a descansar. Lo que no saben es el peligro que corren. En tu mano está ayudarles. 

Se termina el buen tiempo y los gatos callejeros buscan un sitio donde poder calentarse. Puro instinto de supervivencia. Los motores de los coches alcanzan temperaturas muy altas y tardan bastante en perder todo el calor. Por eso, cuando dejas tu vehículo, es posible que un gato que viva cerca quiera dormir esa noche un poco más cómodo y se meta dentro del coche. ¿Cómo? Pues se meten por el paso de rueda de una de las ruedas delanteras y, como buenos felinos que son, se buscan las mañas para meterse por cualquier recoveco y acabar cerca del motor.

El problema llega por la mañana. Si el gato está muy dormido y no le alerta el ruido del conductor al subirse al vehículo, cuando éste arranque es muy posible que le mate o le deje muy malherido. También puede darse el caso de que el animal haya quedado atrapado. A veces lo fácil es entrar pero luego, a la hora de salir… Por eso, lo mejor es dar un golpe en el capó o hacer mucho ruido y escuchar a ver si suena algo. Se trata de algo muy sencillo y que no cuesta nada y es mejor que pitar porque muchos gatos, al oír el claxon se asustan y se quedan paralizados pues no son conscientes de que les pitan a ellos. Estamos salvando una vida, eso es lo primero y lo que está por encima de todo. Además, nos ahorraremos un disgusto y dinero porque puede dañarse algo del coche y todos sabemos lo caro que puede ser una visita al taller.

Y como lo mejor es contar casos concretos para que veáis que estas cosas sí que pasan, recordamos un caso que tuvimos hace un tiempo donde ALBA tuvo que acudir al rescate de un pequeño gatito que había quedado atrapado dentro de un coche. El pobre animal se había metido allí para resguardarse y se quedó atrapado sin poder salir. Llevaba todo el día y fue a la hora de comer cuando nos dieron el aviso. Estábamos en pleno rescate de un perro que tenemos en acogida así que el gato tuvo que esperar un buen rato. Encontramos al perro y corrimos hacia allí, bueno Carolina Corral, Antonio (nuestro guardés) y Marcos (el hijo de Carol) corrieron hacia allí.

Al llegar vio que iba a ser muy difícil sacarle sin la ayuda de un mecánico así que ni corta ni perezosa se fue a un taller y convenció a uno de sus trabajadores para que acudiera con un gato hidráulico. A través de la policía, dimos con los datos del propietario del vehículo y fuimos a buscarle para pedirle permiso. Nos lo dio y, con la ayuda de la gente que había por allí pudimos sacarle. Fue un poco complicado ya que había que empujar el coche sin arrancarlo y subirlo a una acera para acceder por debajo a la vez que abríamos el motor. Pero cuando hay ganas todo se puede.

El gatito está sano y salvo, ha tenido mucha suerte. Pero no todos la tienen así que, por favor, no cuesta nada pitar antes de poner en marcha el coche. Tómatelo como una terapia para descargar estrés antes de coger el coche. Y si hay un animal que no puede salir avisa a la policía y a una protectora para que te ayuden a salvarle la vida.

Patricia Vadillo