Gironda estuvo unos meses viviendo en una casa de acogida, hasta que ha llegado su familia definitiva.
Qué grande la labor de las casas de acogida… Os lo agradecemos de corazón. Y gracias por adoptar, especialmente a perros grandes, que a pesar de ser mucho más tranquilos, tienen muy difícil encontrar un hogar.
Ahora toca ser feliz para siempre, grandullona