Ha tenido que pasar mucho tiempo pero ha merecido la pena: hoy BENICIO tiene una familia. Fue abandonado pero tuvo la suerte de ser recogido por ALBA. A pesar de su edad, su familia ha querido que BENICIO sea un miembro más. Te echaremos de menos pequeño.
Una adopción es siempre algo maravilloso pero hay veces que supone algo más para los que formamos parte de ALBA y eso es lo que ha pasado con BENICIO. Llegó a nuestras vidas en 2012 cuando tenía ya 8 años. Como supondréis, los animales con más edad son los que más difícil lo tienen para encontrar una casa. La gente busca animales jóvenes sin tener en cuenta las ventajas que supone uno mayor además de que son inmensamente más agradecidos ya que han pasado casi toda su vida entre penurias.
Los dueños de BENICIO le tenían custodiando una finca pero, por falta de pago, la perdieron. Le dieron las gracias por sus servicios poniéndole de patitas en la calle sin pensárselo. El pobre vagaba por un polígono dejado de la mano de Dios hasta que dimos con él. En seguida nos dimos cuenta de que era un animal con muchas carencias emocionales. Se deshacía (y se sigue deshaciendo) en los brazos de quien le acariciara. Agradecía cualquier muestra de cariño y se dejaba peinar y manipular sin problema tan sólo por sentir el contacto de una mano amiga.
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Nuestro protagonista ha destacado siempre por su buen carácter con las personas. Nunca tuvo un mal gesto, al contrario. Con las perras le pasaba lo mismo, se llevaba bien con todas y hacía muy buenas migas. Con los machos era otro cantar, era un poco “broncas” pero era todo de boquilla. De hecho, alguna vez le respondió algún perro y salió perdiendo porque en el fondo no era un perro con ganas de gresca. Lo que sí es BENICIO es un perro tranquilo y, sobre todo, sensible. En sus ojos podías ver su sufrimiento al verte pasar de largo por la puerta de su chenil.
El tiempo pasaba, sus compañeros de chenil iban siendo adoptados pero él se quedaba. Las familias decían que era un perro maravilloso pero ninguna se le llevaba. Como suele pasar en estos casos, los voluntarios asumimos que al final será uno de nosotros el que le dé un hogar en el momento que podamos. Pero BENICIO iba decayendo cada vez más. Perdió mucho peso, el pelo se le caía a girones y lo peor era su mirada. Era cada vez más triste y desdichada. Los voluntarios intentábamos darle cariño pero como en una casa no se está en ningún sitio. Y por fin se obró el milagro. Todas las mañanas entro en web de ALBA para ver si se ha reservado a algún animal y de repente lo vi. BENICIO RESERVADO. Casi me da un vuelco y lo comenté con mis compañeros. Carolina nos confirmó la noticia y estalló la alegría entre nosotros. ¡No nos lo podíamos creer, por fin tenía una familia!
Tuvimos tiempo de despedirnos de él antes de que se fuera. No me podía creer ir a ALBA y no verle allí esperando pacientemente su turno de cariños. Todos fuimos despidiéndonos de BENICIO y a última hora de la tarde, mi compañera Irene y yo nos metimos en un patio con él. Le estrujamos y nos hicimos unas fotos de recuerdo. Gracias Irene por esas fotos y tantas otras que me haces con los perros, sabes que no me acuerdo nunca de hacerlas y luego me arrepiento cuando se van de no tener una imagen con ellos. Nos fuimos ese sábado tristes a la vez que contentos y antes de salir le dije lo mismo que le digo a BASTIAN, mi perro, porque para mí, BENICIO es también mi perro: “Pórtate bien, sé un perro bueno. Te quiero”.
Patricia Vadillo.
Me alegro inmensamente por Benicio, que ha sido tan noble que, a pesar de todo lo que habrá vivido y conocido del ser humano, se ha quedado, por encima de todo, con lo bueno. En algún momento alguien debió ofrecerle amor y eso es lo que de verdad demandaba, lo que le hacía entristecer y adelgazar. Eso es lo que eligió de quien luego le abandonó.
Otros perros y gatos no son capaces. Se quedan con miedo y dolor para siempre.
Pero él ha creído tanto en esa pequeña buena parte de su vida que le ha salvado, en su relación con los otros perros y finalmente, también con las personas. Es un pequeño milagro, sí.
No se equivocaba en su sólida conciencia perruna. Hay personas buenas que van a poder disfrutar de todo lo que Benicio sabe dar, Enhorabuena a la familia y a su nuevo miembro. Ambos son toda una lección.
De las mejores noticias que he visto/oído en los últimos tiempos. Esto compensa tanto malo como hay. Un abuelete abandonado que va a vivir, al final de su vida, todo lo bueno (espero) que los auténticos seres humanos pueden ofrecer. Sé feliz, Benicio, te lo mereces, y seguro que recompensarás mil veces a los que te han acogido en su familia. Mil besos de Willow y mios.
Estas son las cosas por las que merece la pena seguir adelante. Noticias como estas hacen que tengas un hilo de esperanza de que algún día las protectoras nos quedaremos en el paro.
BENICIO ha sido muy especial para mí y para todos los voluntarios. Íbamos viendo como poco a poco se deterioraba y sufríamos por no poder darle un hogar pero eso ya es historia.
Cuando vi las fotos con su familia me parecía otro perro. Su pelo lucía con un brillo que no le había visto nunca.
En fin que le voy a echar muchísimo de menos pero merece la pena por saber que todas las noches descansa con su familia.
Gracias por vuestros comentarios 🙂
Por favor, Patricia, cuelga en este blog esas fotos de las que hablas con Benicio y su nueva familia. Con la carita que muestra (una expresión adorable, vaya que sí) en las que ya hay, serán dignas de ver, y conmovedoras.
Las dos primeras fotos de la galería son de BENICIO en Alemania. Si te fijas en el pelo que tiene en esas fotos en comparación con el resto lo notarás perfectamente. Miraré a ver si encuentro fotos con su familia y si nos permiten ponerlas.
Besos!!!
Lo que más le noto es el cambio de expresión. En la segunda fotografía sobre todo, se le ve mucho más seguro, algo expectante, pero confiado. Dices que es un perro pacífico y muy cariñoso… Seguro que sí, pero habría que ver qué haría si alguien se acercara con malas intenciones a los suyos. Veo en él la típica estampa del perro guardián dispuesto a proteger a sus dueños pero por puro cariño, más que por aprendizaje. Esa familia se ha llevado una auténtica joya. Esperamos más fotos, pero ya hay bastantes… Y recuerdo tu bajón cuando no sé cuál de vuestros perros murió a pesar de vuestros esfuerzos (ah, sí, Inspector) Ahí tienes lo necesarios que sois y el ,maravilloso fruto de vuestros desvelos. Enhorabuena, Patricia, una magnífica labor con Benicio.