Cuando la Asociación para la Liberación y el Bienestar Animal (A.L.B.A) recibió el aviso para rescatar a una galga en la carretera A42 no se imaginaba la odisea que tendrían que pasar para poder rescatar al animal.
Polizona, que así se la ha bautizado por todo lo acontecido, estaba deambulando por esta autovía con el consiguiente peligro para su vida y para la de todos los vehículos que por allí circulaban. La Guardia Civil cortó el tráfico y ALBA entró en acción para hacerse con la perra.
Pero la perra estaba muy asustada y, en un descuido, se metió en la parte baja de un camión cisterna que estaba allí. En una demostración de agilidad y destreza, la galga se aferró a los hierros para no caerse. El conductor del camión, que no se había dado cuenta de lo sucedido, reanudó la marcha con su polizón a bordo. Tras seguir al vehículo y desviarle por la primera salida que encontraron, los voluntarios de ALBA sacaron a Polizona de debajo del camión cisterna. Como es de suponer, la tarea fue harto complicada ya que el animal se había aferrado con todas sus fuerzas a los hierros como si se aferrase a su propia vida a pesar de que, hasta ese momento, no le hubiera tratado muy bien.
Y decimos “hasta ese momento” porque Polizona ya está en ALBA recibiendo cuidados y mimos por doquier. Tenía heridas por todo su cuerpo, una de ellas muy sospechosa ya que es en el lado izquierdo del cuello como si la hubieran arrancado el microchip. Ahora sólo queda esperar una familia que la adopte para que Polizona pueda ser feliz, que es lo que se merece.