Rita adoptó hace aproximadamente 3 años a nuestra perrita Tejada. Tejada había vivido durante 4 años en la oficina de nuestro albergue porque no encontrábamos adoptantes para ella. Tenía leishmania y su carácter no era fácil. Ahora ha muerto de una grave enfermedad y su mamá la recuerda con estas palabras:
El 9 de julio del 2008 ha muerto nuestra querida podenquita Tejada. En enero de este año, nuestro veterinario nos había comunicado que Teja sufría un cáncer de vejiga. Era un cáncer muy agresivo que no se podía ni tratar ni operar. Sentimos miedo, rabia y desesperación cuando supimos que le quedaban pocas semanas o meses de vida. Cuando la vimos por primera vez, fue «amor a primera vista» y a pesar de sus diversas enfermedades como leishmania y erliquia y sabiendo que ya no era jóven, decidimos darle un hogar. Conseguimos, con la ayuda de medicamentos homeopáticos y calmantes que reforzaron su sistema inmunológico, que tuviera todavía unos meses bonitos e intensos con nosotros. Pero desde el principio tuvimos claro que no íbamos a consentir que sufriera, dándole una muerte digna. Saber que llegaría ese momento y, de alguna manera tener que planificarlo, nos dolía mucho. Cuando llegó, dejamos que Teja se durmiera plácidamente en mis brazos y recostada en su sillón preferido. Teja deja un hueco muy grande en nuestra vida y la echamos muchísimo de menos. Pero hay una cosa que nos ha enseñado y que quisiera resaltar aqui: siempre volveremos a adoptar a un perro mayor o enfermo. El tiempo con «nuestra chica mayor» fue tan bonito…… |