Cuando vi a CORSO por primera vez pensé “vaya perro más bonito”. Era blanco y atlético, con unos ojos muy expresivos por los que transmitía amor a raudales. No sabemos muy bien cuál fue su historia antes de llegar a ALBA. Nos dieron el aviso de que vagaba por ahí y fuimos a por él. En seguida vimos que estaba muy falto de cariño y hecho polvo la verdad.
Entró en cuarentena y empezaron todas las pruebas para ver su estado de salud. A pesar de parecer un guiñapo estaba sano salvo por los parásitos que tenía. Cuando los animales viven en las calles se alimentan de lo que pueden y es muy frecuente que tengan parásitos en su aparato digestivo. Empezamos a tratarlos pero hasta que no nos libráramos de ellos no podía salir de la cuarentena. Costó mucho y él lo pasaba fatal. Lo único que quería es estar contigo y que le hicieras caso y de momento no podía ser.
Por fin terminamos con los parásitos y pudo salir. Le dimos su primer baño y no se lo creía, parecía hasta que estaba sonriendo. Me encantaba estar con él. Era todo cariño y disfrutaba de cada segundo de los que pasaba contigo. Fue pasando el tiempo y nadie se fijaba en CORSO. Yo no lo podía entender, era un perro 10, simpático y sociable. Pero a veces pasa y se vuelven invisibles por más que te esfuerces no le llega la ansiada oportunidad.
Como os hemos contado muchas veces, en ALBA están perfectamente atendidos, pero no podemos darles lo que les aporta una familia. Hay perros que lo llevan mejor y otros que lo llevan peor. CORSO es de los que lo llevaban peor. Yo creo que había vivido con gente y que estaba acostumbrado al contacto con las personas. Tenían mucho apego por nosotros y lo pasaba muy mal cuando le dejabas en el chenil después del paseo. Como pasa con estos perros, poco a poco empiezan a adelgazar de la ansiedad que tienen. Van poniéndose cada vez más nerviosos y empiezan a tener incluso estereotipias. Las estereotipias son la parte que vemos de un toc (trastorno obsesivo compulsivo). El animal tiene muchísima ansiedad y no es capaz de gestionarla por lo que su mente empieza a buscar acciones repetitivas que le ayudan a bajar dicha ansiedad. Compulsan de varias formas, en el caso de CORSO dando vueltas sobre sí mismo sin parar. Llegados a este punto podemos trabajar con ellos pero un hogar empieza a ser más que urgente.
Y un día llegó la ansiada noticia. Había una familia holandesa que se había fijado en él. ¡Por fin! Pero no sólo eso, se cogieron el coche y vinieron desde su ciudad hasta nuestro albergue a por él. Les esperábamos impacientes, queríamos que todo saliera bien. Desde luego se habían tomado muchas molestias y sabíamos que en cuanto le conocieran CORSO no les iba a defraudar y así fue. Estuvieron un par de días con nosotros disfrutando de CORSO. Le pasearon, mimaron y bañaron mientras los demás cruzábamos los dedos. Había surgido el amor y eso se notaba. Por fin hicieron todos los papeles y nuestro pequeño encontró a su familia. Se fueron los tres en el coche hacia un futuro mejor para él. Como siempre, nosotros nos quedamos con esa sensación que tenemos cuando se van en parte dulce en parte amarga. Te alegras muchísimo por ellos porque los has visto sufrir día a día pero por otra parte sabes que no les verás más que en fotos y es duro despegarte de ellos cuando has generado un vínculo.
Sus nuevos papás, Michaela y Ronald, están encantados con él. Pero no sólo ellos, también su nueva hermana y es que la pareja ya tenía una preciosa perra. Ambos perros encajaron a las mil maravillas y se llevan estupendamente. Y es por fotos como estas por la que todo el trabajo y esfuerzo merece la pena. Gracias a todos los que lo hacéis posible.
Patricia Vadillo.
¡Me encanta Corso, es muy bonito! Me alegra leer historias tan bonitas sobre perros que han sido abandonados y residen en albergues, esa noticia tan alegre de saber que alguien está intersado en él y que pronto tendrá nueva casa , esas noticias son las que te alegran los días de verdad. Me alegro que Corso haya puesto fin a sus días en el albergue y esté en una casa con una familia que le da amor y cariño.
Muchas gracias por tu comentario Lucas. La verdad es que CORSO ha sido un perro muy especial para nosotros porque pasó demasiado tiempo en ALBA. Por mucho que le queramos, es inmensamente feliz con su familia. Es por este tipo de historias por las que merece la pena todo lo que se pasa que no es poco. Ahora nos toca seguir ayudando a tantos y tantos pero con la ayuda de todos seguro que pronto van encontrando su verdadero hora. Un saludo y gracias.