Para una buena convivencia entre niños y animales debemos tener en cuenta una serie de pautas que nos facilitarán la vida a todos. Hay que velar por la seguridad de los más pequeños y también por la de nuestras mascotas.
Hoy os queremos dar algunos consejos para aquellas familias que tienen o quieren tener animales. Hay que hacer las cosas bien por la seguridad y felicidad de todos. Lo primero que recomiendo es paciencia pues no todos los perros y los niños son iguales. Me centro ahora más en los perros y es que algunos no les tienen ningún miedo pero otros sí, ya que no han tratado nunca con ellos. Normalmente los adultos somos más sosegados (no todos) y nos acercamos al animal con más consciencia de cómo hacerlo. Los más pequeños, como niños que son, se acercan de una forma brusca, rápida e impredecible para el animal. Esto les genera inseguridad a los peludetes y por ello tenemos que enseñarles a nuestros hijos algunas cosas sobre sus amigos de cuatro patas.
Todo niño (y adulto) debe saber que:
- Cuando hay animales, siempre debe de haber un adulto presente.
- Antes de acercarse a ningún animal doméstico hay que pedir permiso a su dueño.
- Hay que acercarse despacio y hablarles lo mínimo, de forma pausada y sin gritar ni mirarles fijamente a los ojos. Primero le ofreceremos la mano para que nos huela y, si el dueño nos lo permite, pasaremos a acariciarle.
- Si hay animales vagando solos por la calle no han de acercarse, avisarán a un adulto para que llame a una protectora de animales que venga a ayudarle.
- Le explicaremos que no debe apoyarse sobre su lomo (algo que tienden a hacer mucho los niños) ya que para muchos perros eso es una señal de dominio y pueden enfadarse. Mucho menos les permitiremos que se suban “a caballito”.
- No se les puede coger en brazos o desestabilizarle
- Cuando el animal quiera dejar de jugar, deben respetarle y dejarle tranquilo porque NO SON JUGUETES.
Los padres no quedan exentos de consejos a la hora de adoptar a un animal (porque los miembros de la familia no se compran, se adoptan):
- Hay que tener cuidado especialmente con los perros más pequeños pues los niños pueden hacerles daño más fácilmente. Además, son los que más suelen morder o ladrar ya que se sienten amenazados antes.
- Es muy importante escoger el animal adecuado. Es recomendable que no sea muy pequeño en cuanto al tamaño ya que favorecerá el trato entre ambos.
- No debemos dejar a solas a un niño con un perro desconocido.
- Hay que vigilar a los niños, sobre todo a los más pequeños. Éstos no controlan sus impulsos ni su fuerza y son más irritables si no consiguen lo que quieren.
- Los verdaderos responsables del animal somos nosotros. Nuestros hijos están aprendiendo y si queremos evitar accidentes hay que ser conscientes de que todo ha de pasar por nuestra supervisión.
- Si por la razón que sea, nuestra mascota no es feliz o no está segura en casa, deberemos buscarle un nuevo hogar aunque sea un disgusto para la familia.
- Los padres son el modelo de conducta de sus hijos. Si queremos que los pequeños se porten bien con los animales y sean responsables, deberán verlo primero en nosotros.
Estos son solo algunos consejos a tener en cuenta pero debemos siempre conocer bien a nuestra mascota y también a nuestros niños y ante cualquier duda hay que acudir a un profesional para que nos ayude.