Tan importante es para un animal estar en buen estado físico como mental y eso es algo que en la Asociación para la Liberación y el Bienestar Animal (ALBA) tenemos muy claro. Por ello, no sólo nos limitamos a recoger animales de la calle, hacer que se recuperen, cuidarlos y buscarles un hogar. También realizamos una labor de socialización para los animales tan importante o más como el resto de cuidados. Cuando una familia viene a buscar una mascota para adoptar, es más fácil que se produzca dicha adopción si el perro, gato o bichito que sea se adapta con facilidad a la vida cotidiana. Y es que hay que tener en cuenta que muchos de ellos han sido maltratados, abandonados y han pasado muchas penurias y eso deja mella. Cuando llegan a ALBA tratamos de que olviden todo eso y puedan reintegrarse en la vida social y ser felices.
De ahí la gran importancia que tienen los seminarios de Educación Canina que llevan a cabo nuestros voluntarios. En ellos reciben las pautas para poder enseñar día a día a los animales a llevar a cabo acciones que parecen sencillas pero que para ellos son un reto debido a lo que llevan a sus espaldas. Un reto que consiguen.
Estas nociones básicas consisten en trabajar que el perro responda a su nombre y venga cuando le llamamos, que pasee sin tirar, que no se asuste con el ruido de los coches y un sinfín de prácticas que se trabaja con ellos. Se establecen una serie de vínculos que permiten al animal confiar en la persona con la que está trabajando de tal forma que su aprendizaje vaya creciendo exponencialmente.
Uno de los ejercicios más gratificantes tanto para perros como para voluntarios es el paseo. Es muy importante que el perro aprenda a caminar junto a la persona que le lleva sin dar tirones y disfrutando de la actividad. En un primer momento se lleva a cabo por los alrededores del albergue y es que hay que ir cogiendo práctica tanto los de dos patas como los de cuatro.
Una vez superada la prueba… ¡paseo por el Retiro! Nuestros perretes se merecen también una vuelta dominguera y ¿qué mejor que uno de los parques más conocidos de la capital para que la gente vea lo bien que se portan los perros de ALBA? Por un lado, es el escaparate perfecto para que las familias que por allí pasean conozcan de primera mano a la Asociación y a las personas que la forman y, por supuesto, a sus perros. Por otro, es un ejercicio fantástico para que los animales caminen junto a niños, mayores, bicicletas, patinadores, coches, otros perros, y todo ello sin alterarse nada de nada.
Y eso es lo que pasó, que los perros de ALBA conquistaron el Retiro y a sus habitantes de la mano de los voluntarios que los pasearon. Durante toda la mañana del domingo recorrieron las partes más concurridas del parque llamando la atención de todos los que por allí paseaban. Muchos fueron los que se acercaron a preguntar tanto por la Asociación como por los propios perretes y es que se portaron muy bien.
Voluntarios, perros y viandantes se lo pasaron de maravilla y por eso ¡habrá que volver!