BALÚ, anteriormente conocido como FUJI

FUJISi a los voluntarios de ALBA les digo que vamos a contar la historia de BALÚ, probablemente no sepan a qué perro me refiero. Pero si digo que el protagonista de hoy es FUJI, más de uno tendrá ya una sonrisa en la cara.

Siento repetirme pero es que hay veces que un perro, por alguna razón, pasa a ser uno de tus favoritos nada más verle. Eso me pasó con FUJI. Nada más verle era fácil intuir su historia. Típico perro de finca al que le dan la patada en el culo cuando se va haciendo mayor o ya no le quieren. Habiendo sido abandonado así, es de suponer que durante su vida hasta llegar a ALBA no debió de saber lo que eran las caricias o las atenciones. Pero a pesar de eso, FUJI era y es un perro muy noble. Cuando entrabas a su chenil te miraba con unos ojos tan profundos como el océano. Eran ojos bondadosos, ojos que pedían calor y cariño y desde luego no se lo íbamos a negar.

Perro Fuji (7)Me encantaba entrar con él y pasar un buen rato acariciándole. Era de esos perros que se acercan y se apretujan contra ti porque lo que quieren es que les abraces. Si dejabas de acariciarle o parabas un momento de prestarle atención te daba con la trufa en la mano como diciendo “oye que sigo aquí”. Entonces le mirabas y se te deshacía el alma. FUJI es de esos perros fáciles, a pesar de ser perro de finca andaba perfectamente con la correa. Iba a tu lado disfrutando del paseo y disfrutaba siempre que fuera contigo. No tenía problemas con los demás animales, iba a su rollo y pasaba hasta de los gatos. Y para ponerle el arnés no había problema, la verdad es que los perros tan grandes suelen ser muy tranquilos, mucho más que los pequeños. ¡Ah! Que no os he dicho que era un grandullón con un pelazo precioso.

Pero había algo que me llamaba mucho la atención de él. A pesar de ser un perro ya con sus años y de verle siempre tan pachón y tranquilote, era entrar al patio grande, soltarle y se ponía a correr para arriba y para abajo. Era muy gracioso ver a un perrazo como él corriendo y disfrutando del aire libre.

fuji5Y por fin llegó su día, llegó su familia. Vinieron y se enamoraron de él y yo creo que fue recíproco. Cuando hago entrevistas de adopción siempre se lo digo a la gente: “vienes con una idea pero esto va a flechazos”. Y así fue. Le sacamos al patio grande y nada más empezar a interactuar con él surgió el amor. Le reservaron y, finalmente, le adoptaron.

En fin, que me alegré muchísimo de que por fin tuviera su propia familia pero he de reconocer que me puse un poco triste porque sabía que le iba a echar mucho de menos y así ha sido. En mis sueños, imaginaba que me tocara lo justo para no trabajar y poder dedicarme sólo a esto de la protección animal. Soñaba con tener una casa grande para poder adoptar varios perros y uno de ellos era FUJI. Gracias a su familia por darle una oportunidad, sé que estáis más que encantados con él y estoy segura de que juntos seréis muy felices.

Patricia Vadillo

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