La fiesta de despedida de DUKE

Mi compañera en ALBA Lety nos pasó el otro día la historia de DUKE y no pude evitar emocionarme. Me pareció conmovedora y he querido compartirla con todos vosotros pues creo que ese tipo de amor es el que todos nosotros tenemos por nuestros compañeros. La información y las fotos las hemos cogido de El Confidencial a quien damos las gracias desde aquí. no sólo por el material si no por hacer un hueco a historias de animales.

DUKE era un perro que fue adoptado hace tres años por una familia norteamericana. Cuando llevaba tan sólo un año con ellos, le fue diagnosticado un osteosarcoma. Se trata de un cáncer de hueso bastante habitual en perros y que, por desgracia, es muy agresivo. La familia Roberts, que así se llaman, se volcó con su perro. Le llevaron a especialistas y comenzaron con los tratamientos necesarios para intentar palia su enfermedad. Llegado un momento, tuvieron que tomar la decisión de amputarle una de sus patas delanteras para tratar de que la enfermedad no se extendiera por el resto de su cuerpo pero no fue suficiente. DUKE luchó mucho pero hay veces que no podemos evitar este tipo de cosas.

Durante este tiempo, DUKE fue empeorando cada día más y, a pesar de los esfuerzos de su familia, su calidad de vida iba en picado. Llegó ese momento que los que tenemos un compañero de cuatro patas tanto tememos. El perro sufría muchísimo y había llegado el momento de ayudarle a cruzar el puente del arco iris. Pero antes de emprender su último camino, su familia hizo algo precioso.

Decidieron dar una fiesta de despedida al que había sido un miembro más de su familia. Pensaron en todo lo que más le gustaba y organizaron un día sólo para DUKE. La fotógrafa Roby Arouty inmortalizó ese día y hoy podemos ver unas emotivas fotos en las que DUKE es tan feliz que no parece que esté enfermo a pesar de su gravedad. Le llevaron su comida preferida: ¡hamburguesas! Se puso morado y luego chaporéo en un parque acuático ya que le encantaba el agua. Tras pasar un día colmado de mimos y atenciones llegó el temido momento. Su familia estuvo junto a él, abrazándole y besándole. Y así se fue de este mundo DUKE, feliz.

Es una historia preciosa y, aunque me aterra pensar en el día en que me toque tomar esa decisión, trataré de que, si puedo, mi perro tenga un día como el de DUKE. Sé que a Lety le ha emocionado especialmente esta historia y es que ella sabe lo que es perder a un miembro de su familia ya que, hace unos meses, nos dejó FRIXIA. La adoptó en ALBA y fue más que feliz con Lety pero llegó su momento y dejó este mundo para que Lety adoptara a ARRAQUIS. Ambas perras son muy afortunadas por haber sido adoptadas por Lety 🙂

Patricia Vadillo