Crimen, eso es lo que se ha cometido en la localidad jienense de Portillo de Jódar ya que ha aparecido una podenca ahorcada en un árbol a las afueras del pueblo. A pesar de la denuncia en el cuartel de la Guardia Civil, los agentes no acudieron a identificar al animal ni a retirarlo. Desde ALBA queremos denunciar esta situación que, por desgracia, todavía sigue pasando.
Los hechos ocurrieron el 19 de junio y fue una persona que paseaba por el campo la que dio la voz de alarma. Disfrutaba de una tarde de relax cuando vio una tremenda imagen: una pobre podenca ahorcada. Estaba cubierta de bichos ya que llevaba varios días muerta. Además, tenía la tripa amoratada, probablemente el cobarde que la mató la torturó antes moliéndola a golpes. La colgó como si fuera un saco de patatas pero al estilo de algunos galgueros asesinos, poniéndola “a tocar el piano”. Se trata de una cruel forma de acabar con la vida de un ser vivo ya que se le deja tocar con la punta de las extremidades el suelo alargando su agonía.
Con todos estos datos queda claro que la persona que lo ha hecho no sólo es un asesino sino también un psicópata. Varios estudios han demostrado que muchas de las personas maltratadoras, violentas o que asesinan comienzan su andadura con animales. Desde ALBA creemos que el maltrato animal es motivo más que suficiente para encarcelar a una persona pero si le sumamos el riesgo que comporta para las personas no hay discusión posible.
Pues lejos de hacer una investigación como ha de ser, la Guardia Civil ni siquiera acudió al lugar de los hechos a pasar el lector al animal para poder identificarle y eso a pesar de haberse interpuesto una denuncia. El agente en cuestión alegó que “tenía que acercar mucho el lector al cuerpo del animal”, es evidente que no le debió de parecer lo suficientemente importante como para taparse la nariz 30 segundos y hacer el trabajo por el que le pagan y es que es su trabajo ya que los hechos son constitutivos de un delito de maltrato animal como recoge el Código Penal en el artículo 337.
Por tanto, exigimos que se tomen medidas contra dicho agente así como que se lleve a cabo una investigación para dar con el culpable. También exigimos que se tomen medidas contra este tipo de actos ya que son un delito tipificado como tal. A falta de un agente que hiciera su trabajo, un particular pasó el lector a la perra comprobando que no estaba identificada.
Matilde Cubillo, presidenta de la FAPAM (Federación de Asociaciones Protectoras y Defensa Animal) de la cuál forma parte ALBA, ha declarado: “Hemos querido hacer público este caso para denunciar públicamente la pasividad de algunos ayuntamientos y cuerpos de las fuerzas del orden ante casos tan graves como la cruel muerte de esta podenca, que están tipificados como delito en el Código Penal. La Guardia Civil tenía la obligación de llevar a cabo una investigación al tratarse de un delito y sin duda lo primero era pasarle el lector a la perra para comprobar si estaba identificada y poder localizar al propietario. Si no se consigue una correcta actuación por parte de las administraciones nunca van a haber cambios en España en relación con la protección animal. En ocasiones a las asociaciones se nos tratan como entidades molestas cuando deberían tratarnos como entidades colaboradoras. Si hubiera aparecido una perra ahorcada en Francia, Alemania, Holanda etc… la actuación por parte de la policía o del ayuntamiento hubiera sido muy distinta. Es vergonzoso e inadmisible lo que ocurre en nuestro país, por estos motivos aún nos ven en Europa como salvajes en el trato a nuestros animales”.
A falta de información más reciente, a día de hoy, el Ayuntamiento de Portillo de Jódar no ha tomado acciones ante este terrible hecho a pesar de que su alcalde está enterado del asunto. Sólo esperamos que con el paso de los años, estas noticias lo sean por inusuales y no por corrientes. Desde ALBA te mandamos todo nuestro cariño preciosa y esperamos que allá donde estés seas lo feliz que mereces.
Patricia Vadillo.
Patricia, ahí tienes porqué ya, aunque apenas salgo al monte, si lo hiciera no andaría por ciertos pagos. Acabaría en la cárcel, porque si pillase a alguien haciendo ésto… Y no sé si deberíais pixelar la imagen de la pobre podenca. Puede resultar un revulsivo mucho más potente el verla tal cual, como yo ví algunas fotografías similares tamaño poster de galgos ahorcados en una exposición hace años. No son psicópatas, son alimañas.
Hola Ángel.
Nos pensamos si pixelarla o no y decidimos que sí porque era muy dura aunque es sólo nuestra opinión. Creo que semejante barbarie es suficientemente revulsivoa y hay mucha gente sensible a la que estas imágenes les quitan el sueño tres días como de hecho me pasa a mí. La foto está en la Red de todas formas. Gracias por tu comentario y por seguirnos.