El sábado 28 de junio, la FAPAM, federación a la que pertenece ALBA, procedió a incautar 17 perros que malvivían en una casa en la localidad madrileña de Collado Villalba. La policía local del municipio se puso en contacto con la FAPAM para pedir ayuda ya que el servicio de recogida de animales que tienen contratado sólo se encargó de 10 perros, recogidos el día anterior, a pesar de tener un contrato por el que debían atender a todos.
La situación de estos animales se remonta a años según palabras de los propios vecinos que presenciaron la incautación. Tras varias quejas por el mal olor, el Ayuntamiento de Collado Villalba intervino.
El dueño de la casa es un enfermo mental que padecía Síndrome de Diógenes y Síndrome de Noé, dolencias que comúnmente van asociadas. Las personas con Síndrome de Noé tienen la compulsión de acumular animales sin control, los recogen de la calle o de cualquier sitio y los meten en su casa sin ser capaces de desprenderse de ellos. No se dan cuenta de que no pueden alimentarlos correctamente ni prestarles los cuidados veterinarios necesarios. Tampoco los esterilizan con lo que el problema aumenta exponencialmente.
En la operación de Collado Villalba, los animales malvivían en el patio de la casa el cual estaba lleno de chatarra y trastos por lo que casi no tenían espacio para moverse. Se alimentaban de basura y hacían sus necesidades sin que nadie las limpiara con el consiguiente hedor y suciedad. Una funcionaria del Ayuntamiento fue la encargada de sacar a los animales los cuales estaban llenos de sus propios orines y heces. Una vez a salvo se procedió a realizar una revisión rápida a la espera de un examen veterinario completo. Dos de los perros necesitaron cuidados inmediatos. El primero por tener puesto una especie de bozal hecho con una correa de un motor de un coche que le permitía comer pero que le ha hecho heridas profundas debajo del hocico. La segunda es una hembra con un tumor en las mamas de grandes dimensiones a la que habrá que valorar con detenimiento.
Tras los cuidados más inmediatos, se les puso chip a la mayoría de ellos pues sólo algunos estaban chipados. Luego se les dio un baño y se les puso comida y bebida para luego dejarlos descansar.
Los animales pasarán a las protectoras que forman parte de la FAPAM las cuales se encargarán de buscarles el hogar que merecen.
Patricia Vadillo.