Te escribo para decirte que hoy es el día más triste de los que llevo en ALBA y es porque te has ido. Debería pensar en que conseguimos que fueras feliz, al menos durante la última etapa de tu vida, pero es que no me consuela. Ahora mismo no me consuela nada. Bueno sí, ¿sabes qué me consolaría? Tú cabeza frotándose contra mis piernas en busca de una caricia. Eso sí que me quitaría esta presión que tengo en el pecho, pero no puede ser.
Todavía me acuerdo de la primera vez que te vi. Estabas en los cheniles de la derecha, con tu inseparable REVISORA. Vaya par de dos. Tú con tu cara de perro fiero y ella con la suya de no haber roto un plato. Nada más lejos de la realidad. REVISORA era la que cortaba el bacalao y tú un bombón relleno de ternura. Ahora que no nos oye nadie, he de confesarte que me diste miedo. Algún cabrón te cortó las orejas a machete para intentar que parecieras más fiero pero ni con esas. Estoy segura de que si algún día entraron en la finca que custodiabas sólo se llevaron lametones.
No recuerdo quién fue el que me dijo que no me fijara en tu apariencia, que eras un perro buenísimo, creo que fue Leti. Así que entré en el chenil y viniste como un toro… en busca de calor. Y ahí nació nuestra historia, nuestra historia y la tuya con la de todos los que forman parte de ALBA porque si algo nos ha unido ha sido el amor hacia los animales y el amor hacia ti. Como en todos los sitios, en el albergue cada uno pensamos de una forma y no estamos de acuerdo en todo. ¿Pero sabes qué? Hoy todos estamos pensando lo mismo, independientemente de cómo nos llevemos. Estamos pensando en lo que te queremos, en lo que te vamos a echar de menos, en tus ojos, en tu mirada… Sólo el que te conociera sabe a qué me refiero. No necesitabas hablar para expresar el amor que sentías por todos nosotros y eso es algo que no vamos a olvidar nunca.
La vida ha sido muy injusta contigo. Viniste al mundo casi seguro en una camada indeseada. Camada indeseada, qué paradoja, dos palabras antagónicas pues una camada de perros es sinónimo de nobleza y amor. Y en tu caso la nobleza era seña de identidad. Viviste en una finca donde no te cuidaban y donde no te daban amor de ningún tipo, más bien palos diría yo. Cuando fuimos a hacer inspección por el polígono donde vivías no se quisieron responsabilizar de ti. Carolina se enamoró de vosotros y os trajo a ALBA.
Fuiste una adopción difícil, por tu aspecto creo yo porque en cuanto pasaban cinco minutos contigo quedaban prendados. También porque necesitabas una familia que estuviera dispuesta a trabajar contigo para terminar con los miedos que tanto te asustaban como el ruido o los coches. Tras mucho buscar y gracias a la insistencia de los voluntarios encontramos un hogar. Tu familia te esperaba ansiosa y te recibió con los brazos abiertos. La mala suerte tocó de nuevo a tu puerta, no te ha dejado disfrutar a penas del cariño que te estaban dando. En tu paseo de la noche te asustaste y, como ibas cogido sólo del arnés, te soltaste y saliste despavorido. Los fuegos artificiales de las fiestas de al lado de tu nuevo hogar te alejaron más de ellos. Corriste y corriste hasta que te topaste con el tren. Fue rápido y seguro que no te diste ni cuenta pequeño ángel.
Me pongo a pensar y no hay un solo voluntario al que no recuerde contigo, mimándote. Creo que has sido de los perros favoritos de todos los que hemos pasado por ALBA. Por tu historia, por tu mala suerte y, sobre todo, por tu forma de ser. Prueba de ello es que muchísima gente se ha movilizado para buscarte. Prueba de ello es la gran cantidad de corazones que hoy están muy tristes por tu ausencia.
INSPECTOR, gracias por habernos unido a todos de alguna u otra manera. Gracias por habernos honrado con tu paso por nuestras vidas. Gracias por habernos enseñado que se puede olvidar el rencor a pesar del daño que te hayan hecho otros seres humanos. Gracias por tener siempre una carantoña para nosotros. Gracias por habernos enseñado que las apariencias engañan. Gracias por tu mirada, eso es lo que tendré grabado siempre, tu mirada.
Conociéndote como te he conocido sé que no querrías que estuviéramos tristes pero permítenos esta licencia. Ha sido un palo muy grande, tanto como el tamaño de tu corazón. Por ti hemos de sacar algo positivo, que no debemos relajarnos con las medidas de seguridad. Todos nos hemos confiado alguna vez y hemos estado cerca de provocar un accidente, unos más y otros menos. Todos hemos pensado “qué pesado es tal o cual persona que no para de decirme que tenga cuidado al manipular a los perros”. Pues bien, los accidentes suceden y no se pueden evitar. Las negligencias sí se pueden evitar y eso va por todos y cada uno de nosotros, por mí la primera. Debemos hacer examen de conciencia y ver en qué podemos mejorar, debemos hacerlo por INSPECTOR.
INSPECTOR, ahora estás en el lugar donde van las almas puras. Así es como llamo al sitio donde están tantos y tantos como tú. Estarás jugando con FAJARDO, AVE FÉNIX, GASCONA, CHALCHALERA, ERNIESTO, COLETAS, CAMELA y tantos otros que no puedo enumerar porque estaría toda la vida sentada frente al ordenador.
INSPECTOR, te queremos, te echaremos muchísimo de menos y desde lo más profundo de mi corazón y desede el de todos mis compañeros: GRACIAS POR HABER COMPARTIDO PARTE DE TU VIDA CON NOSOTROS.
Patricia Vadillo.
Descansa en paz, Inspector, las lágrimas no me dejan ver cuando leo acerca de ti´…maldita suerte la tuya con un corazón tan noble….
Le echaremos mucho de menos, fue un perro maravilloso 🙁
No tanta mala suerte. Al final os conoció y pudo disfrutar de ALBA y de su gente. Seguro que ser fue con buen sabor de boca. Que allá donde vaya sea muy bien recibido y le den todo lo bueno que se mereció
Gracias Ángel pero como digo en la carta no nos consuela porque se merecía mucho más, como tantos otros. Habrá que seguir adelante por él y por los que lo necesitan.
Nuestro mayor problema es que solo somos seres humanos, Patricia, y por ello no podemos hacer milagros. Mira, hace mucho que no salgo al campo, pero cuando lo hacía, evitaba ir por zonas donde pudiera haber galgueros haciendo de las suyas… Acabaría en la cárcel por colgarle a él, pero de donde puedes imaginarte… Son tantos maravillosos seres los que no reciben lo que merecen y solo maldad… Como tú dices, hay que seguir adelante, por Inspector y por todos los demás.
Gracias Ángel, si la gente fuera como tú qué fácil sería todo. Te entiendo perfectamente porque me pasa como a ti y lo de INSPECTOR ha sido un palo grande pero habrá que seguir por ellos 🙂
Si conocieras a Willow, mi gatito (y os lo debo a vosotr@s), verias por qué soy así. Y el anterior más o menos igual.
Willow es muy afortunado!!
Yo más, te lo aseguro. Le he enviado fotografías suyas a Carolina y ya me dirás si un gato así no es un regalo de los dioses.
Seguro que sí, le preguntaré para que me enseñe a tu tesoro. Gracias por seguir el blog y por tus comentarios, así merece la pena el esfuerzo :
Le diré que me enseñe a tu tesoro. Gracias por seguir el blog y por tus comentarios. Por estas cosas merece la pena el esfuerzo 🙂
Veamos. ¿Te has preguntado a cuántos «inspectores» habéis salvado ya y les habéis proporcionado una vida digna? ¿Cuántos más salvaréis y haréis lo mismo? ¿Cuántas familias y personas (yo uno más) os deben el poder disfrutar de toneladas de ternura y afecto que caminan a cuatro patas y alegran cualquier casa haciendo de ella un verdadero hogar? Venga, Patricia, de acuerdo que esto ha sido un palo, pero vuestro esfuerzo merece la pena por muchísimo más que por un par de comentarios en un blog. No hago más que ver entradas y entradas con fotos de bichitos estupendos que, ya rescatados de la inmundicia humana, viven felices en compañía de buena gente que les quiere y les dan lo que se merecen. Eso sí que hace que vuestro esfuerzo merezca la pena, vaya que sí. Te sugiero que pienses más en lo que conseguís y menos en vuestros pequeños fracasos y que no olvides que solo sois seres humanos bienintencionados, pero… GENIALES.
Gracias Ángel, todo lo que dices es verdad. A veces un traspiés nos hace bajar la guardia pero en realidad siempre estamos a tope porque ellos se lo merecen. Por cierto, he visto a tu precioso gato, es para comérselo. Se nota que os adoráis. Un besazo grande y gracias por tus comentarios. Eres muy buena gente!! 🙂
Gracias a vosotr@s. Cuando consiga recordar cómo llegar allí, a ALBA, en transporte público (me lo dijeron en el chiringuito que montasteis hace poco para los niños en Madrid Río), iré a veros… Y sí, el gato y yo nos adoramos, ahora mismo le tengo en una banqueta a mi lado durmiendo…