Las personas que rescatan y ayudan a los animales de la calle, como las que gorman parte de ALBA, demuestran tener un corazón que no les cabe en el pecho, más en el caso de perros abandonados como CERVANTINA, los cuales tienen tanto miedo que no se dejan ni tocar y, por tanto, es necesaria también una buena dosis de paciencia.
CERVANTINA es una de esas perras de caza que un día, dejan de “valer” y son abandonadas a su suerte. Debe ser que tras un largo servicio a las órdenes de un tirano no te mereces un descanso digno o, al menos, que te busquen un hogar. Al contrario, lo que muchas veces reciben es sufrimiento, dolor y maltrato.
Eso le paso a esta perra. En su poco tiempo de vida supo lo que significan esas palabras tan crueles. Conociendo a CERVANTINA es fácil llegar a la conclusión de que no valía para cazar y fue desechada como si de un mero trasto se tratara. La pobre acabó viviendo en un polígono industrial de una localidad madrileña de la que ALBA lleva el servicio de recogida de animales.
Allí fue donde le sonrió la suerte por primera vez y es que dos empleadas de una nave cercana se dieron cuenta de su presencia y decidieron ponerle de comer y beber. CERVANTINA no se fiaba ni de su sombra y, aunque se comía lo que la ponían (estaba muerta de hambre…) no dejaba que la tocaran.
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Estas dos personas se preocuparon mucho por ella y decidieron ganarse su confianza poco a poco. La compraron pienso de alta calidad porque sabían que la perra se merecía lo mejor. También chuches para que se diera un capricho tras tanta angustia.
Tuvieron mucha paciencia y tras mes y medio, CERVANTINA se dejó tocar. Se dio cuenta de que eran buenas personas y de que sólo querían ayudarla. Eso sí, sólo las dejaba a ellas… ¡cualquiera se fía! Una vez ganada su confianza, llamaron a la policía para que diera el aviso a ALBA y fuéramos a por ella.
Tras su periplo CERVANTINA llegó a la protectora. Estaba muy asustada y se metía en la parte interior del chenil mirándote desconfiada. Lo normal por otra parte. ¿Por qué tenía que fiarse de los seres humanos? Sólo estas dos mujeres le habían demostrado que las personas podían ser buenas. Pronto se dio cuenta de que no eran las únicas.
Los voluntarios de ALBA empezaron a trabajar con ella. Se metían en su chenil sin decirla nada, para que se acostumbrara a la presencia de las personas. Poco a poco CERVANTINA se iba acercando y perdiendo esa timidez. También ayudó mucho GARROTÍN, otro perro abandonado que llegó a ALBA tras pasar muchas penurias. Ambos se dieron cariño, consuelo y confianza. Lo que antes eran caras de terror, ahora lo son de felicidad.
El siguiente paso era buscarle un hogar donde ser feliz, donde recibir el amor que merece y donde ser la auténtica reina de la casa. Nos pusimos manos a la obra y finalmente llegó su oportunidad. Alguien en Alemania se fijó en ella, en sus preciosos ojos y en su carita café con leche. Por fin le llegó la oportunidad que merecía así que la mandamos en el “camión de la esperanza”. Se trata del camión de ALBA que viaja a Alemania llevando a nuestros perros a sus nuevos hogares.
CERVANTINA ya forma parte de nuestros Finales felices pero hay muchos otros que merecen la misma suerte. Para poder ayudarles necesitamos la colaboración de todos bien como voluntarios, socios, padrinos y, sobre todo, adoptantes. Si quieres ayudarnos de alguna forma puedes ponerte en contacto con nosotros pinchando aquí y no dudes en ver a nuestros perros y gatos en adopción, ayúdales a formar parte de esta sección.
Patricia Vadillo